LOS HÁBITOS EN NUESTRA VIDA


El hábito es cualquier comportamiento repetido regularmente, es aprendido, no es innato. Los hábitos son el resultado del ejercicio, de las repeticiones, de actividades para poseer un bien o para lograr un fin determinado. 

Por ello, se dice que son disposiciones estables que la persona adquiere a lo largo de su desarrollo y en la media en que va ejerciendo su libertad. Solo la persona humano es capaz de adquirir hábitos.


De acuerdo con la RAE, la palabra hábito proviene del latín habitus que significa modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.
 Algunos hábitos son importantes para la vida y conservación de la salud, para la conducta socio emocional y propician importantes procesos mentales , pero otros fomentan prejuicios o son perjudiciales para la vida.

Los hábitos, a pesar que son aprendidos, suponen la libre decisión de cada persona de hacerlos.  Y suponen la libre decisión de cada persona. Para la psicología, los hábitos son cualquier acto que se adquiere por la experiencia y realizado regular y automáticamente.
Los hábitos (ver lista de hábitos) incluyen desde los gestos, la forma de mover las manos al hablar, también la satisfacción de las ansias personales, ya sea el hábito de fumar, comer, dormir, etc.




La psicología está interesada en el estudio de los hábitos debido a su función como elemento básico del aprendizaje y también, en ocasiones, como problema que debe tratarse cuando impiden o alteran el bienestar de una persona. Como pueden ser limpieza, estudios, trabajo, entre otros.
Todos los seres humanos tienen un sin número de hábitos, que van desde los alimenticios hasta hábitos de consumo que dañan el medio ambiente, y a ellos mismos.


Según Leo Knner, el proceso de socialización del niño pasa por tres fases que incluyen diversos aprendizajes de hábitos, así tenemos:

  1. Periodo de Socialización elemental (desde el nacimiento hasta los 12 meses)


A)    Emociones primarias (0 – 8 meses)
Liberación de tensiones
Búsqueda de placer, satisfacción de necesidades
Expresión de miedo, ira, placer
Mirada
Sonrisa
Apego indiscriminado
B)    Diferenciación de las personas conocidas (entre 8 a 12 meses)
Aparece la sonrisa motivada
Temor al abandono
Temor a los extraños
Expresiones de ternura, estira los brazos
Apego discriminado
Destete
C)    Hábitos rutinarios (entre los 12 a 18 meses)
Aparición del lenguaje
Mayor libertad, independencia
Invasión al mundo adulto, mayor desarrollo social
Mayor autonomía
Afinación de a personalidad
Comprensión de órdenes simples
Sentimientos de simpatía, celos y cólera

2.      Periodo de Socialización Domestica (18 a 36 meses)

     Control de esfínteres Sentimientos de vergüenzaAfirmación de hábitos de rutina, vestido, higieneGraciasJuego solitarioSueñoSentimientos de pertenencia, propiedad

3.      Periodo de socialización comunal (3 a 15 años)

Interés en las normas, respeto a la autoridadInterés por el trabajo común, cooperativoCanalización de afectos, mascotasCrisis de oposiciónAutonomía progresiva (7-8 años)Amigo imaginarioJuego asociativo (3 años), cooperativo (4-5 años)Aparecen algunas fobias (7 años)





Como se conforma un hábito


Los hábitos no son innatos, no se nace con ellos, se adquieren, no suceden sin ser ocasionados. Cada persona suele moldear continuamente su forma de ser y de actuar, de acuerdo a las influencias que recibe del medio que la rodea; en la casa, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, con todo esto vamos construyendo nuestra identidad, estilo de vida, y construimos así nuestro sistema de creencias y valores, el cual define la actitud que tendremos ante la vida y el rol que ocuparemos en la sociedad, mismo que estará presente en toda situación o actividad y puede ser modificado por las exigencias del medio.

Un hábito esta instaurado cuando se percibe automático en cierta manera, es decir, es una rutina y no tenemos que pensar mucho en hacerlo, sino que por sí mismo ocurre y van a depender  de las repeticiones iniciales s y automatización, pero pasado cierto número de repeticiones, las posteriores no implicarán más aumento en la automatización.

Los valores, ideas, sentimientos y experiencias significativas definen los hábitos de cada persona. Por tanto los hábitos se crean, no se obtienen por herencia, se pueden volver necesidades y nos llevan a realizar acciones automatizadas.

Es importante el rol de los padres y la relación de apego, que se caracteriza por la necesidad que siente el niño de buscar y mantener cierto grado de proximidad y contacto físico con las figuras vinculares. La calidad del apego está determinada por la interacción que se establece entre ambos, es decir, no sólo por las conductas del niño sino también por las conductas de los adultos que de él cuidan.
“El apego aparece como uno de los vínculos sociales profundos que constituyen el núcleo de las futuras relaciones que cada persona puede crear en su vida” (Fischer, 1990, p. 36).

También son importantes las relaciones con los  ya que tienen mayor impacto en la vida de sus hermanos que los mismos padres. La influencia es superior ya sea que se refieran a hábitos positivos o negativos, hay más probabilidades que los hermanos menores imiten a los mayores que a sus padres.

Esto implica que si los hermanos mayores tienen hábitos alimentacios erróneos, o fuman, beben alcohol o consumen drogas, existen altas posibilidades de servir de modelo a sus hermanos menores en este tipo de conductas erráticas.

En relación a conducta sexual promiscua o precoz, el informe es tajante en sostener que "si la hermana de una niña tiene un embarazo precoz, entonces ella tiene una gran posibilidad de vivir lo mismo".


¿Qué periodo de tiempo debe pasar antes de que la nueva conducta se pueda instaurar como hábito?


Muchos  afirman que 21 días. Esta es la fecha que suelen dar en la mayoría personas y profesionales, pero, lo cierto es que no se ha demostrado que esta duración garantice el aprendizaje de un nuevo hábito, al menos no como se afirma en estos medios que aplican esta cifra para cualquier hábito indiscriminadamente: hacer ejercicio, hacer dieta, escribir un diario, etc.

Un estudio del University College London  decidió investigar de forma más científica la duración necesaria para instaurar un hábito teniendo en cuenta las diferencias entre los distintos tipos de hábitos. Se seleccionaron a 96 participantes a los que se les pidió que eligieran una conducta que deseasen convertir en hábito de su vida diaria (cada día). Muchos eligieron hábitos relacionados con la salud. Durante los 84 días que duraba el estudio debían registrar si habían realizado la conducta o no y como de automática les había parecido.

Los resultados mostraron que de media se tardaban unos 66 días en formar ese nuevo hábito.

En el caso de los hábitos más simples como beber un vaso después de desayunar alcanzaron su máximo de automaticidad en 20 días, mientras que los que intentaron comer una pieza de fruta con la comida tardaron al menos el doble.

Cuanto más difícil es el hábito más tiempo lleva, hubo un participante que no logro instaurar el hábito de realizar 50 sentadillas después de tomar el café por la mañana tras los 84 días que duraba el experimento.

Sin embargo otro participante logró instaurar el hábito de caminar 10 minutos cada día después de desayunar en 50 días.

Las conclusiones de este estudio son que, si bien es cierto que se podría instaurar un hábito en 21 días (un hábito muy simple), la mayoría de ellos requerirán un periodo más largo, superior incluso a los 3 meses. Analizando la evolución/pendiente de las curvas de progresión a la automatización se pudo predecir que algunos sujetos hubiesen tardado cerca de un año (si el estudio hubiera continuado) en alcanzar su hábito, dado que sus curvas de progresión eran muy poco pronunciadas.


Hábitos de higiene


Los hábitos de higiene y salud ayudan al niño a cuidad y a valorar su propio cuerpo y a percibir con satisfacción la limpieza como bienestar personal (por ello, es importante crear hábitos de higiene en el niño, desde edades muy tempranas, les transmite sensación de bienestar y de seguridad).
La adquisición de s hábitos juega un papel fundamental la familia y la tranquilidad de la misma. La necesidad de instaurar una serie de hábitos, para que lleguen a formar parte del estilo de vida del niño no se lograra si sus padres con su actitud y comportamiento no contribuyen a ello.



Lavarse no es un deber ingrato impuesto, sino algo que puede hacer que el niño/a se sienta a gusto. No martillar al niño/a con conductas aconsejables, se debe dejar que el niño experimente por sí mismo las diversas sensaciones, ensuciarse puede ser agradable y lavarse luego también. La limpieza no debe ser una obsesión ni para el profesor ni para los padres, más que decirle al niño que no se ensucie ni ensucie, hay que enseñarle a limpiarse, a mantener el entorno limpio y proporcionarle los medios y el tiempo necesario para ello.

Es importante que el niño disponga de todos los útiles necesarios para su aseo: jabón, papel higiénico, cepillo de dientes, peine, toalla... y se sienta responsable de ellos.

Es importante que los niños aprendan a valorar el hecho de la higiene como medida para el logro de un mayor bienestar personal con los demás. 



Hábito de lectura


A veces pasa que queremos leer ciertos libros, hasta los compramos para leerlos pero pasa el año y nos encontramos con que no hemos terminado ni el primer capítulo, porque nunca parece haber tiempo o energía para leer el libro. Si estás tratando de leer más, considera que es un hábito que puede desarrollarse y Zen Habits pensó en algunos consejos útiles para hacerlo:
1. Asocia tu nuevo hábito de lectura a diferentes disparadores durante el día. Por ejemplo: 1) leer luego de elongarte y meditar; 2) leer cuando tomas el desayuno, el almuerzo y la cena; 3) leer cuando vas a la cama. Esos son 5 disparadores diarios y a 4 páginas por sesión (más o menos), suman un total de 20 páginas por día.
¿Estás terminando un libro por día? No, pero incluso a 20 páginas por día gracias a tus disparadores te mantener a buen ritmo. Así que crea disparadores que funcionen para vos. Si tienes un recreo o comes tu almuerzo solo, deja el teléfono y agarra un libro en su lugar. Elegí libros que sabes que quieres leer y crearás un hábito rápidamente.
Mira las sesiones de lectura como un gusto que te estás dando
2. Disfruta la lectura: No la mires como una tarea que tienes que hacer apurado para poder hacer cosas más urgentes. Si lo ves así no vas a seguir leyendo. En su lugar, mira las sesiones de lectura como un gusto que te estás dando. Ingresa en el mundo del libro y deja que la nueva experiencia te transforme, te de nuevas perspectivas.
3. Solo lee libros que disfrutes. Este punto complementa al anterior. Si un libro te aburre después de un par de días (porque le diste una oportunidad), déjalo.
4. Llévate el libro a todos lados. Esos momentos en el tren, en una sala de espera, en una fila, etc. son oportunidades de oro para leer. Si tienes una kindle, es lo más práctico para llevar a todos lados y tener algo que leer siempre.
5. Utiliza un armario. Deberías cerrar todos tus dispositivos al leer. Las notificaciones te van a distraer. Si es necesario, ponerlos dentro de un armario.

Promueve la salud y el bienestar personal, ayuda a mejorar la vitalidad del cuerpo y mantenerlo en un estado saludable.




Responsable


Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España


Contacto


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