CONSECUENCIAS DEL DORMIR MAL
La dinámica vigilia-sueño es un ciclo endógeno cuyo ritmo es algo superior a las 24 horas. En los adultos el ciclo es de aproximadamente 8 horas de sueño por 16 de vigilia.
Existen dos tipos principales de sueño: el REM o paradójico y el No-REM. Éste último se divide en sueño superficial (fases 1 y 2) y sueño profundo (fases 3 y 4), también llamado sueño delta o de ondas lentas.
El sueño
comienza por la fase 1 (sueño superficial), que es realmente un periodo de
adormecimiento que dura entre 1 y 7 minutos y se sigue de la fase 2. A partir
de este momento no vuelve a presentarse y es la fase 2 la representante del
sueño llamado superficial. La fase 2 se caracteriza por un enlentecimiento del
ritmo cerebral.
La
estructura del sueño varía con la edad. En el niño los periodos vigilia-sueño
se repiten varias veces durante el día y este patrón de sueño persiste hasta
los 3-4 años. El porcentaje de sueño REM es mayor que en el adulto y representa
aproximadamente la mitad del sueño total. Por el contrario, en el anciano
existe una disminución del tiempo total de sueño nocturno, con un aumento
proporcional del sueño en fase 2 y un mayor número de despertares nocturnos que
en el adulto joven.
Los trastornos del sueño pueden contribuir a reacciones y situaciones estresantes, pueden originar insomnios transitorios o crónicos; la ansiedad suele estar presente en la mayoría de los pacientes.
Segundo,
los trastornos de ansiedad generalizada, los de personalidad y los distímicos
son causas habituales de alteraciones del sueño.
Tercero,
muchos pacientes insomnes presentan rasgos obsesivos de personalidad.
Cuarto,
los trastornos depresivos son causa frecuente de insomnio de conciliación y/o
mantenimiento y de hipersomnia matutina.
También,
en muchos pacientes depresivos el despertar matutino precoz se acompaña de un
empeoramiento del estado del ánimo.
Finalmente,
los procesos orgánicos cerebrales y el alcoholismo también pueden producir
trastornos del sueño.
A menos de dos semanas de que empiece
el curso escolar para los más pequeños, la Asociación Española de Pediatría
(AEP) recuerda que éste es el momento perfecto para implantar hábitos y estilos
de vida saludables que se mantengan durante todo el año, así recomienda empezar
ya a acostumbrar a los niños a la rutina del sueño.
El coordinador del Grupo de trabajo
de Actividad Física de la AEP, doctor Gerardo Rodríguez, recuerda que los niños
en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo, ya que está
demostrado que una correcta higiene del sueño favorece el aprendizaje, la
asimilación de experiencias y el crecimiento.
Para que la adaptación sea
progresiva, se recomienda que un par de semanas antes de volver al cole, se
acostumbre a los niños a acostarse pronto y seguir los horarios escolares. En
este sentido, recuerda que el inicio de las clases y la vuelta a la “rutina” es
un momento idóneo para incorporar hábitos sanos en la vida de los niños, de
forma que pasen a formar parte de su estilo de vida y les ayuden a crecer
sanos.
Por otro lado, Rodríguez recomienda
“un mínimo de una hora diaria de actividad física moderada-intensa”. “Una
actividad física adecuada se relaciona con un mejor rendimiento escolar y con
un mejor estado anímico de los niños”, además previene el sobrepeso y las
enfermedades cardiometabólicas en el futuro.
Qué hacer?
- Corregir las circunstancias que originan o favorecen hábitos irregulares de sueño y recomendar turnos de trabajo estables.
- Evitar consumo de alcohol, café, refrescos a base de cola y todo tipo de drogas que potencialmente pueden trastornar el ritmo del sueño.
- Descartar y, en su caso, tratar la patología de base, como el hipotiroidismo o el dolor crónico.
- Evaluar la influencia de la personalidad y de la situación psicopatológica actual del paciente.
- Valorar la repercusión de los fármacos que toma el paciente sobre la calidad del sueño y eliminar toda medicación innecesaria que pueda dar lugar a los trastornos referidos por el mismo.
- Evitar los adormecimientos diurnos y propiciar actividades de entretenimiento en los pacientes dementes.
- En éstos, además, se deben prescribir preferentemente neurolépticos en lugar de benzodiacepinas para combatir la inversión del patrón fisiológico del ritmo vigilia-sueño.
- Tener en cuenta el enlentecimiento del metabolismo y la mayor sensibilidad de los receptores de los medicamentos en los ancianos a la hora de pautar tratamiento farmacológico.
Insomnio
¿Problemas de sueño? ¿Mal humor?
Nuestro cuerpo a través de glándula pineal produce la hormona llamada MELATONINA.
La producción de esta hormona se reduce con los años y también por hábitos inadecuados (alcohol, otras drogas). La MELATONINA llamada la droga del sueño, es también rejuvenecedora y conocida por sus efectos inmunitarios. Lo bueno es que no solo es producida por la glándula pineal, sino que está también contendida en algunas plantas conocidas.
Entre ellas:
De las
muy conocidas:
Tomillo
Tomillo
Hierba
Luisa
Menta
Hipérico
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Salvia
Aquilea
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María Teresa Charún
Psicóloga
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Master en
Salud y Bienestar Comunitario
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