PERDIDA DE CONTROL SOBRE LA MENTE
¿QUE SON LAS DELUSIONES?
En el espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos incluida la esquizofrenia, otros trastornos esquizotípicos (personalidad). Se definen por anormalidades en uno o más de los siguientes cinco dominios: delirios, alucinaciones, desorganizado pensar (habla), gravemente desorganizado o comportamiento anormal del motor (incluyendo catatonia), y los síntomas negativos.
Los delirios son
fijos creencias que no son susceptibles de cambiar en función de las pruebas contradictorias.
Su contenido puede incluir una variedad de temas (por ejemplo, persecutorio,
referencial, somática, religioso, grandiosa). Ideas delirantes de persecución
(es decir, la creencia de que uno va a ser perjudicados, acosados, y así
sucesivamente por un individuo, organización, u otro grupo) son más comunes. Referencial delirios (es decir, la creencia de que
ciertos gestos, comentarios, señales ambientales, etcétera son dirigida a uno
mismo) también son comunes.
Delirios de grandeza
(es decir, cuando una persona cree que él o ella tiene capacidades
excepcionales, la riqueza o la fama) y delirios erotomanía (es decir, cuando un
individuo cree falsamente que otra persona está enamorada de él o ella) también
se ven. Delirios nihilistas implican
la convicción de que se produzca una catástrofe mayor, y delirios somáticos se
centran en las preocupaciones respecto a la función de la salud y el órgano.
Los delirios son
considerados extraño si son
claramente inverosímiles y no comprensibles para compañeros de la misma cultura
y no se derivan de experiencias de la vida ordinaria. Un ejemplo de un extraño ilusión
es la creencia de que una fuerza exterior ha quitado sus órganos internos y los
reemplazó con los órganos de otra persona sin dejar heridas o cicatrices.
Un
ejemplo de un delirio no extraña, es la creencia de que uno está bajo
vigilancia de la policía, a pesar de la falta de pruebas convincentes. Delirios
que expresan una pérdida de control sobre la mente o cuerpo se consideran generalmente
ser extraño; estos incluyen la creencia de que los pensamientos de uno han sido
"eliminado" por alguna fuerza exterior (pensamiento), que
tienen pensamientos ajenos ha puesto en la mente de uno (la inserción del
pensamiento), o el cuerpo o las acciones de que uno se actuaron en o manipulado
por alguna fuerza exterior (delirios de control).
La distinción entre un engaño y una idea fuertemente celebrada a veces es difícil de hacer y depende en parte del grado de convicción con que la creencia se mantiene a pesar del claro o razonable contradictoria constancia de su veracidad.
Investigacionesactuales
El conocimiento de la
génesis y de las fases precoces del delirio constituye un gran reto hoy, tanto
para la Psiquiatría infantil y la Psicopatología evolutiva, como para la
Psiquiatría de adultos. Entre ambas se detectan continuidades psicopatológicas
diversas, tanto psicóticas (Trastorno Bipolar) como de otra índole (Trastorno
de Hiperactividad), hasta hace poco negadas. Sin aquel conocimiento, el
diagnóstico y tratamiento del delirio se ve retrasado hasta sus fases más
graves y avanzadas. Así, con mucha frecuencia, cuando el delirio paranoide es
detectado clínicamente, la estructura psicopatológica del paciente está ya
totalmente desarrollada, como certeramente señalase Clérambault hace más de 70
años.
Los Trastornos de la
Vinculación, relativamente desconocidos hasta hace poco en los medios clínicos
psiquiátricos y paidopsiquiátricos, comienzan ya a identificarse con creciente
frecuencia en la población infantil y adolescente que ha padecido situaciones
severas y precoces de deprivación, o que ha crecido en instituciones.
Aunque los delirios
paranoides son aparentemente más fáciles de detectar que los Trastornos de la
Vinculación, sin embargo el diagnóstico de delirio es también raramente
realizado en niños. Esto puede explicarse por la extendida creencia de que los
delirios se dan solo ocasionalmente en la clínica psicopatológica infantil,
aunque también podría deberse a las dificultades diagnósticas específicas que a
este respecto plantea la población infantil. Existen datos que prueban la
existencia de correlaciones entre los Trastornos de la Vinculación y el
desarrollo de Delirio Paranoide, planteando la posibilidad de que aquel pueda
representar un estado predelirante en niños y adolescentes.
Sesiones y consultas
Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar
Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España
Contacto
Celular 950 986 309
E-mail: unifam2013@gmail.com
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