LA INTELIGENCIA QUE PERSIGUE LA PAZ
La Inteligencia Emocional podría definirse como la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y trabajar sus emociones y las de los demás con eficiencia y generando resultados positivos.
Es decir, es la habilidad para gestionar bien las
emociones. Tanto las nuestras como las de los demás. Una persona que se enfada con facilidad, que se
pone triste con frecuencia o que no es capaz de controlar sus impulsos... es
alguien con mala inteligencia emocional. Por el contrario, una persona que se
conoce bien a sí mismo, que es capaz de pensar antes de actuar, que entiende
sus impulsos, que los expresa con educación siendo sincero pero, a la vez,
consiguiendo no afectar negativamente a la gente que le rodea...o que es capaz
de relativizar y sentir las cosas de una forma sana...sería una persona con MUY
buena inteligencia emocional. Así mismo, la Inteligencia Emocional nos debe
servir para entender las emociones de los demás y saber cómo tratar a la gente
que nos rodea de forma que:
Estén a gusto a nuestro lado.
No provoquemos emociones desagradables en ellos
(ira, tristeza, frustración, etc.). Es decir tener mano izquierda a la hora de
plantear las cosas.Alguien con una buena inteligencia emocional debería ser
capaz de aplicar las siguientes cosas:
Pensar antes de actuar...y no ir a la deriva y a lo
"loco" antes de hacer las cosas. Esto no quiere decir que no se viva
el momento o que no se disfrute. Esto quiere decir que las emociones y la razón
vayan de la mano. Hay que disfrutar, pero también hay que ser capaz de utilizar
la inteligencia y analizar las emociones, especialmente cuando hablamos de ira,
tristeza o frustración. Ser empático para poder entender, respetar y manejar
las emociones de los demás, haciendo que la gente que nos rodee esté a gusto.
Saber elegir bien las emociones en cada momento,
para que nuestro comportamiento sea óptimo. Si, ante una crítica, nos ofendemos
y nos enfadamos, estamos eligiendo muy mal las emociones. Si, por el contrario,
nos paramos a pensar, analizamos el comportamiento de la otra persona,
escuchamos, entendemos su punto de vista, leemos entre líneas y nos damos
cuenta de que, el problema ha sido que en nuestro argumento anterior le hemos
ofendido nosotros a él/ella, entonces será mucho mejor pedir disculpas y
sugerir que la próxima vez nos diga las cosas de otra forma. No es cuestión de
ceder, es cuestión de manejar la situación eficientemente. Es decir, causando
el mínimo daño. Y el enfado, normalmente es la emoción que MÁS daño genera.
Manejar, conocer y controlar bien las emociones
negativas, especialmente en lo que respecta a: ira, tristeza, frustración y
ansiedad/estrés. Vivir una vida con alto grado de motivación y optimismo,
creciéndonos ante la adversidad, en vez de viniéndonos abajo.
Ser feliz. La inteligencia emocional, al final debe
perseguir la paz interior y la felicidad. Porque lo único que determina nuestra
felicidad son las emociones. Si nuestras emociones están geniales, nuestra vida
irá genial. Si nuestras emociones van fatal, nuestra percepción de la vida será
depresiva, y de fracaso. Una buena Inteligencia Emocional es IMPRESCINDIBLE
para poder ser útil y atractivo para una mujer. La reactividad no deja de ser
un resultado de una pésima inteligencia emocional y ya sabemos que eso es algo
nefasto para nuestro Juego Interno y Externo.
Nuestra pareja necesita que seamos MUY inteligentes emocionalmente y que sepamos adaptarnos a cada situación, problema y adversidad en la vida, con entereza, optimismo y eficiencia.
Sesiones y
consultas
Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y
Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona -
España
Contacto
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E-mail: unifam2013@gmail.com
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