Explorando los cambios cerebrales inducidos por la psicoterapia

 

En las últimas dos décadas, los avances en técnicas de neuroimagen han brindado la oportunidad de investigar de manera no invasiva los cambios neuroplásticos asociados al tratamiento psicoterapéutico. La psicoterapia ha sido objeto de múltiples investigaciones y estudios longitudinales que buscan comprender su impacto en el cerebro humano.

La evidencia indica que dependiendo del trastorno bajo investigación, la psicoterapia da como resultado una normalización de patrones anormales de actividad, el reclutamiento de áreas adicionales que no mostraban una activación alterada antes del tratamiento, o una combinación de ambos; los efectos de la psicoterapia en la función cerebral son comparables a los de la medicación para algunos pero no para todos los trastornos; y existe evidencia preliminar de que los cambios neurobiológicos están asociados con el progreso y el resultado de la psicoterapia.

Antes de la aparición de dichas técnicas el estudio del cerebro estaba considerablemente limitado de tal modo que era difícil identificar los cambios que se producían en el mismo a lo largo del tiempo.


Factores Cognitivos: Psicoeducación, Reestructuración Cognitiva e Insight en la Psicoterapia

En la actualidad, existe un consenso en la literatura respecto al desarrollo y fortalecimiento de habilidades cognitivas deficitarias en las personas que se someten a psicoterapias. Estas habilidades capacitan a las personas para enfrentar de manera más adecuada sus pensamientos, conductas y relaciones, brindándoles un mayor control sobre sus impulsos, la planificación de sus vidas y la toma de decisiones más saludables.

La psicoeducación, como componente fundamental de la psicoterapia, persigue dos objetivos principales. En primer lugar, busca incrementar el conocimiento seguro de la persona acerca de su trastorno mental, sus síntomas, los mecanismos implicados en el origen y perpetuación del problema, los tratamientos disponibles, la prevención de recaídas y la activación de recursos para afrontar los efectos adversos. En segundo lugar, tiene como objetivo acercar a la persona a la psicoterapia y a las estrategias disponibles para abordar los síntomas.

Por otro lado, la reestructuración cognitiva es un proceso que se basa en la corrección de percepciones e interpretaciones erróneas o distorsionadas como una forma de modificar el pensamiento y la estructura cognitiva.

En la actualidad, los avances en neuroimagen han permitido evidenciar la acción de la psicoterapia en diversos trastornos mentales. Estos estudios no invasivos han posibilitado una comprensión más precisa de los efectos de la psicoterapia en la neuroplasticidad, generando así un mayor interés en la investigación en esta área.
Las evidencias científicas sobre la acción de la psicoterapia en los trastornos mentales indican que es el tratamiento de elección o un complemento eficaz en condiciones como el trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático y depresión mayor.


Cerebro y terapia


En el caso del trastorno obsesivo-compulsivo, los estudios han demostrado cambios en el funcionamiento cerebral asociados a la Terapia Conductual y Cognitivo-conductual mediante resonancia magnética funcional en reposo, lo que sugiere que las psicoterapias pueden modificar el funcionamiento del cerebro.
Además, se ha observado que tanto las psicoterapias como los psicofármacos pueden influir en el funcionamiento cerebral en áreas límbicas y prefrontales en proporciones comparables.
En el caso del trastorno de estrés postraumático y especialmente en la depresión, se ha observado que las personas que se someten a psicoterapia pueden presentar alteraciones en el funcionamiento cerebral, las cuales se asocian a una mejora clínica.


La interconexión entre mente y cerebro: Evidencia de cambios neuroplásticos en el tratamiento psicológico

En la actualidad, contamos con la capacidad de observar el funcionamiento y las transformaciones que ocurren en el cerebro, lo que nos permite medir de manera objetiva los cambios que se producen durante el curso del tratamiento psicológico, así como los que pueden surgir después de la finalización de la terapia.

El cerebro, siendo un órgano plástico, se moldea como resultado de las experiencias que experimenta el individuo y responde al tratamiento psicológico a través de cambios en su estructura y funciones.

En términos generales, la investigación ha revelado que la terapia psicológica genera modificaciones en el funcionamiento cerebral que se asocian con una mejora en la sintomatología del paciente. Estos hallazgos respaldan la noción de que los cambios en la mente pueden producir cambios en el cerebro, y que el tratamiento psicológico puede tener un impacto significativo en la neuroplasticidad.



En este sentido, aunque en grados distintos según el trastorno de que se trate, tanto la terapia farmacológica como la terapia psicológica permiten normalizar o compensar los patrones anómalos de actividad cerebral.




@mtcharun

Sesiones y consultas

Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España

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