Descubre los Secretos para una Salud Mental Resplandeciente en la Etapa Adolescente
Una
de cada seis personas tiene entre 10 y 19 años de edad.
Introducción
Determinantes de la salud mental
-La
depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre
adolescentes a nivel mundial.
-El
suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años.
-No
abordar los trastornos mentales de los adolescentes tiene consecuencias que se
extienden hasta la edad adulta, y que afectan tanto a la salud física como a la
mental y limitan las oportunidades de llevar una vida adulta satisfactoria.
La
adolescencia (10 a 19 años) es una etapa única y formativa. Los múltiples
cambios físicos, emocionales y sociales que se dan en este periodo, incluida la
exposición a la pobreza, el abuso o la violencia, pueden hacer que los
adolescentes sean vulnerables a problemas de salud mental. Promover el
bienestar psicológico de los adolescentes y protegerlos de experiencias
adversas y factores de riesgo que puedan afectar a su capacidad para
desarrollar todo su potencial es esencial tanto para su bienestar durante la
adolescencia como para su salud física y mental en la edad adulta.
La
adolescencia tampoco es una época fácil para los padres de familia. A medida
que los niños atraviesan las tantas transiciones turbulentas de la adolescencia
(físicas, emocionales, hormonales, sexuales, sociales, intelectuales), la
presión y los problemas que enfrentan pueden ser abrumadores. Para muchos
adolescentes, estas y otras presiones pueden conllevar un problema de salud
mental o más de una gran variedad de trastornos de la salud mental; todos son
temas de preocupación y algunos hasta representan un peligro para la vida.
La
adolescencia es un periodo crucial para el desarrollo y el mantenimiento de
hábitos sociales y emocionales importantes para el bienestar mental, tales como
adoptar pautas de sueño saludables; hacer ejercicio con regularidad;
desarrollar habilidades para mantener relaciones interpersonales, hacer frente
a situaciones difíciles y resolver problemas; y aprender a gestionar las
emociones. También es importante contar con un entorno favorable en la familia,
la escuela y la comunidad en general. En todo el mundo, se estima que entre el
10% y el 20% de los adolescentes experimentan trastornos mentales, pero estos
no se diagnostican ni se tratan adecuadamente (1).
Los factores
que determinan la salud mental del adolescente en cada momento son múltiples.
Cuantos más sean los factores de riesgo a los que están expuestos los
adolescentes, mayores serán los efectos que puedan tener para su salud mental.
Algunos factores que pueden contribuir al estrés durante la adolescencia son el
deseo de una mayor autonomía, la presión para amoldarse a los compañeros, la
exploración de la identidad sexual y un mayor acceso y uso de la tecnología. La
influencia de los medios de comunicación y la imposición de normas de género
pueden exacerbar la discrepancia entre la realidad que vive el adolescente y
sus percepciones o aspiraciones de cara al futuro. Otros determinantes
importantes de la salud mental de los adolescentes son la calidad de su vida
doméstica y las relaciones con sus compañeros. La violencia (en particular los
malos tratos y la intimidación) y los problemas socioeconómicos constituyen
riesgos reconocidos para la salud mental. Los niños y los adolescentes son
especialmente vulnerables a la violencia sexual, que tiene claros efectos
perjudiciales sobre la salud mental.
Algunos
adolescentes corren mayor riesgo de padecer trastornos de salud mental a causa
de sus condiciones de vida o de situaciones de estigmatización, discriminación,
exclusión, o falta de acceso a servicios y apoyo de calidad. Entre ellos se
encuentran los adolescentes que viven en lugares donde hay inestabilidad o se
presta ayuda humanitaria; los que padecen enfermedades crónicas, trastornos del
espectro autista, discapacidad intelectual u otras afecciones neurológicas; las
embarazadas y los padres adolescentes o en matrimonios precoces y/o forzados;
los huérfanos y los que forman parte de minorías de perfil étnico o sexual, o
de otros grupos discriminados.
Por otra
parte, los adolescentes con problemas de salud mental son particularmente
vulnerables a la exclusión social, la discriminación, la estigmatización (que
afecta a la disposición para buscar ayuda), las dificultades educativas, los
comportamientos de riesgo, la mala salud física y las violaciones de los
derechos humanos.
Los
trastornos emocionales surgen habitualmente durante la adolescencia. Además de
la depresión o la ansiedad, los adolescentes con trastornos emocionales también
pueden experimentar reacciones excesivas de irritabilidad, frustración o enojo.
Es posible que se superpongan los síntomas de más de un trastorno emocional, y
que se den cambios rápidos e inesperados de estado de ánimo y arrebatos
emocionales. Los adolescentes más jóvenes también pueden desarrollar síntomas
físicos relacionados con su situación emocional, como dolor de estómago, dolor
de cabeza o náuseas.
A nivel
mundial, la depresión es la cuarta causa principal de enfermedad y discapacidad
entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años, y la
decimoquinta entre los de edades comprendidas entre los 10 y los 14. La
ansiedad es la novena causa principal entre los adolescentes de 15 a 19 años, y
la sexta para los de 10 a 14. Los trastornos emocionales pueden afectar
profundamente al rendimiento académico y la asistencia escolar. El retraimiento
social puede exacerbar el aislamiento y la soledad. En el peor de los casos, la
depresión puede conducir al suicidio.
Trastornos del comportamiento infantil
Los
trastornos del comportamiento infantil son la segunda causa principal de la
carga de morbilidad entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 10
y los 14 años, y la undécima entre los de edades comprendidas entre los 15 y
los 19. Cabe incluir entre ellos el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (que se caracteriza por la dificultad para prestar atención, el
exceso de actividad y el desprecio por las consecuencias de las propias
acciones, en un grado no apropiado para la edad de la persona) y los trastornos
de la conducta (que presentan síntomas como los comportamientos destructivos o
desafiantes). Los trastornos del comportamiento infantil pueden afectar a la
educación de los adolescentes y llevar a comportamientos delictivos.
Trastornos alimentarios
Los
trastornos alimentarios aparecen habitualmente durante la adolescencia y el
principio de la edad adulta. Son más comunes entre las mujeres que entre los
hombres. Afecciones como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el
trastorno por atracones compulsivos se caracterizan por la adopción de
comportamientos alimentarios perjudiciales, como la restricción de calorías o
el atracón compulsivo. Los trastornos alimentarios son perjudiciales para la
salud y, a menudo, coexisten con la depresión, la ansiedad y/o el abuso de
sustancias.
Psicosis
Los
trastornos que incluyen síntomas de psicosis emergen más comúnmente a finales
de la adolescencia o principios de la edad adulta. Los síntomas de la psicosis
pueden incluir alucinaciones o delirios. Tales experiencias pueden afectar
gravemente a la capacidad del adolescente para participar en la vida diaria y
la educación, y en muchos casos llevan a situaciones de estigmatización o a
violaciones de los derechos humanos.
Suicidio y autolesiones
Se estima
que 62 000 adolescentes murieron en 2016 como consecuencia de autolesiones. El
suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes de mayor edad (15
a 19 años). Cerca del 90% de los adolescentes del mundo viven en países de
ingresos bajos o medianos, y más del 90% de los suicidios de adolescentes
tienen lugar entre los que viven en esos países. Los factores de riesgo para el
suicidio son muy variados, e incluyen el uso nocivo del alcohol, los abusos
durante la niñez, la estigmatización de la búsqueda de ayuda, los obstáculos
para recibir atención y el acceso a medios para llevarlo a cabo. La información
recibida a través de los medios digitales sobre comportamientos suicidas es una
preocupación emergente para este grupo de edad.
Conclusión
Es importante cuidar la salud mental de los adolescentes para que sean luego adultos saludables y útiles a la sociedad en donde vivan y puedan estar de mejor manera en su vida diaria y también estar bien con su familia y en la sociedad en donde vivan
Autor
Pedro Vallejo
Sesiones y consultas
Dra. María Teresa Charún Psicóloga Clínica Educativa Máster en Salud y Bienestar Comunitario Universidad Autónoma de Barcelona - España
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