EL EDADISMO UN PROBLEMA MUNDIAL

 


El edadismo conduce a una salud más pobre, al aislamientosocial, a muertes tempranas y cuesta a las economías miles de millones dedólares: en un informe se pide actuar con rapidez para aplicar estrategiaseficaces contra este problema

Según un nuevo informe de las Naciones Unidas sobre el edadismo, se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida, y cuesta cada año miles de millones de dólares a la sociedad. 

En el informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se pide actuar con urgencia para luchar contra el edadismo y realizar evaluaciones e informes sobre este problema con miras a revelarlo como lo que es: una sigilosa pero devastadora desgracia para la sociedad.  

La respuesta para controlar la pandemia de COVID-19 ha mostrado lo extendido que está el edadismo: en el discurso público y en las redes sociales se han estereotipado a las personas mayores y a los jóvenes. En algunos contextos, la edad se ha utilizado como único criterio en el acceso a la atención médica y a terapias que salvan vidas y en el ordenamiento de confinamientos.

«Ahora que los países trabajan en la recuperación y reconstrucción con motivo de la pandemia, no podemos permitir que estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias basados en la edad reduzcan las oportunidades para garantizar la salud, el bienestar y la dignidad de las personas en todas partes», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «En este informe se describe la naturaleza y la amplitud del problema, pero se ofrecen también soluciones en forma de intervenciones basadas en pruebas para poner fin al edadismo en todas las etapas».




Conclusiones del informe

El edadismo se filtra en muchas instituciones y sectores de la sociedad, incluidos los que brindan atención sanitaria y social, así como en el lugar de trabajo, los medios de comunicación y el ordenamiento jurídico. El planteamiento sobre cuestiones sanitarias basado únicamente en la edad está bastante extendido. En una revisión sistemática de 2020 se concluía que en el 85% de los 149 estudios revisados, la edad determinaba quién recibía determinados procedimientos o tratamientos médicos. 

Las personas adultas más mayores y más jóvenes se ven a menudo desfavorecidas en el lugar de trabajo, y el acceso a una educación y formación especializada se reduce significativamente con la edad. El edadismo contra los más jóvenes se manifiesta en muchas esferas, como el empleo, la salud, la vivienda y la política, donde sus voces suelen ignorarse o rechazarse.  

«El edadismo contra las personas más jóvenes y más mayores ocurre con frecuencia, no está reconocido, no se lucha contra él y tiene consecuencias de largo alcance para nuestra economía y sociedad», dijo Maria-Francesca Spatolisano, Subsecretaria General de Coordinación de Políticas y Asuntos Interinstitucionales del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. «Juntos podemos evitar este problema. Únanse al movimiento y luchen contra el edadismo».  

El edadismo tiene consecuencias graves y amplias para la salud y el bienestar de las personas. Entre las personas mayores, el edadismo se asocia con una peor salud física y mental, un mayor aislamiento social y soledad, una mayor inseguridad financiera, una menor calidad de vida y unas mayores tasas de muertes prematuras. Se calcula que 6,3 millones de casos de depresión en todo el mundo son atribuibles al edadismo. El problema se entremezcla con otras formas de prejuicios y desventajas, como las relacionadas con el sexo, la raza y la discapacidad, lo que tiene un efecto negativo sobre la salud y el bienestar de la población. 

«La pandemia ha puesto de relieve las vulnerabilidades de las personas mayores, especialmente las más marginadas, las cuales suelen enfrentarse a actitudes discriminatorias, que se superponen a diferentes obstáculos, por ser pobres, vivir con discapacidades, ser mujeres que viven solas o pertenecer a grupos minoritarios», dijo Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas. «Hagamos que esta crisis marque un punto de inflexión en la forma en que vemos, tratamos y respondemos a las personas mayores, para que juntos podamos construir el mundo de salud, bienestar y dignidad que todos queremos para todas las edades».

El edadismo cuesta miles de millones de dólares a nuestra sociedad. En los Estados Unidos de América (EE.UU.), un estudio de 2020 mostraba que el edadismo, en forma de estereotipos negativos y de la imagen desfavorable que tienen las personas de sí mismas por motivos de edad, conducía a un exceso de costos anuales de US$ 63 000 millones en relación con las ocho enfermedades que más gastos generaban. Eso equivale a US$ 1 de cada US$ 7 empleados en esas enfermedades para el grupo de todos los estadounidenses mayores de 60 años durante un año (véase la nota para los editores). 

En Australia se calcula que si un 5% más de personas de más de 54 años tuviera trabajo, se generarían cada año AUD$ 48 000 millones en la economía del país. En la actualidad hay pocos datos e información sobre los costos económicos que supone el edadismo, por lo que se necesita investigar más para comprender mejor sus consecuencias económicas, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos. 

«El edadismo perjudica a todos, personas mayores y jóvenes. El problema es que a menudo está tan generalizado y aceptado —en nuestras actitudes y en políticas, leyes e instituciones— que ni siquiera nos damos cuenta de su efecto perjudicial para nuestra dignidad y nuestros derechos», dijo Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. «Tenemos que luchar abiertamente contra el edadismo y entenderlo como una violación de los derechos humanos profundamente arraigada». 




Luchar contra el edadismo

En el informe se señala que las políticas y leyes contra el edadismo, las actividades educativas en las que se mejora la empatía y se combaten ideas erróneas y las actividades intergeneracionales para reducir prejuicios ayudan todas ellas a reducir el problema del edadismo.

 Se alienta a todos los países y partes interesadas a utilizar estrategias basadas en pruebas, a mejorar la recopilación de datos y la investigación y a trabajar juntos para crear un movimiento con el que cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en relación con la cuestión de la edad y el envejecimiento y para avanzar en el Decenio del Envejecimiento Saludable de las Naciones Unidas.  


 

Responsable

Dra. María Teresa Charún Illescas 

Psicóloga, Máster en Salud y Bienestar Comunitaria, Post grado en Educación. Especialidad en clínica y educación. Estudios en Teología y Salud Pública.

Estudios en la Universidades Particular Ricardo Palma.

Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Universidad de Sevilla.

Universidad de Deusto.

Universidad Pompeo Fabra.

Universidad Autónoma de Barcelona – España.

Colegio de Psicólogos de Madrid - España.

 

Contacto: 950 986 309

 

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